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El cambio en la automoción está en marcha. Cada vez son más los conductores que apuestan por un coche con una motorización eléctrica enchufable. ¿Qué tienen en cuenta para decidirse por un modelo 100 % eléctrico o uno híbrido enchufable?

Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) los vehículos propulsados por energías alternativas se han colocado como la primera opción de compra en el mercado. Los datos recopilados por la asociación en noviembre de 2021 desvelan que suponían el 35 % de los modelos de nueva matriculación.

Volvo XC40 Recharge Eléctrico Puro
El auténtico SUV urbano 100% eléctrico, que viene a revolucionar el sector con sus más de 400 kilómetros de autonomía y una potencia de 408 CV. Para que puedas disfrutar al máximo de la carretera de la forma más sostenible.

Entre la variedad de opciones, en noviembre se matricularon 3.251 unidades 100 % eléctricas y 4.402 híbridas enchufables, cifras impensables hace tan solo unos años. A la espera de que publiquen los datos totales de 2021, parece que se tratará del mejor año para el coche eléctrico en España.

Esta tendencia, que no ha hecho más que despegar, llega auspiciada por la apuesta de fabricantes como Volvo. Uno de cada cuatro modelos vendidos por la marca sueca en todo el mundo son de la familia Recharge, mientras que en Europa el porcentaje de ventas en 2021 de esta gama (a falta de contabilizar el mes de diciembre) supera el 40 %. Sus objetivos lo sitúan como agente pionero del cambio: para 2025 quiere que la mitad de sus ventas sean 100 % eléctricas y la otra mitad, híbridas.

¿Eléctrico puro o híbrido enchufable? He ahí la cuestión

Entre los motivos que explican este boom del coche eléctrico enchufable encontramos la eterna presión institucional, sobre todo procedente de la Unión Europea, para propiciar una transición hacia la sostenibilidad. Sin embargo, este motivo cada vez mengua en peso.

Y es que la electrificación está convenciendo a los conductores per se. Algunos de los factores que están contribuyendo a esta inclinación de la balanza son el tipo de conducción en modo eléctrico, la consolidación de la autonomía y que, pese a su mayor precio inicial, los modelos puedan amortizarse en pocos años. Se trata de valores que comparte la gama Recharge de Volvo, en la que el Volvo XC40 está ejerciendo como punta de lanza.

Llegados al punto de estar convencidos para dar el paso hacia un coche eléctrico, la duda más lógica que suele asaltar es: ¿híbrido enchufable o 100 % eléctrico?

Condúcelo, que no te lo cuenten

Es razonable que nos asalten muchas dudas a la hora de optar por un vehículo eléctrico puro o híbrido enchufable. Después de todo, no dejan de ser innovaciones recientes con detalles desconocidos para los conductores. Vamos a analizar las cuestiones más comunes para descubrir qué tipo de propulsor nos conviene más según nuestras necesidades.

En ese aspecto, el Volvo XC40 Recharge resulta un ejemplo perfecto. El mismo chasis, integra ambas soluciones de movilidad, lo que ya de por sí pone las cosas más fáciles al comprador.

¿En qué se diferencia la conducción de un coche 100 % eléctrico y un híbrido enchufable? El primero gestiona toda su energía a través de un tren de tracción exclusivamente eléctrico. Según la versión, entrega 232 CV o incluso 408 CV en la opción tope de gama, que cuenta con la fuerza de dos motores eléctricos.

Por su parte, el híbrido enchufable combina la potencia de forma compartida entre un propulsor de combustión y otro eléctrico. Hablamos de un motor turbo de gasolina, con tres cilindros, 1,5 litros y hasta 192 CV de potencia en la versión superior al que se suma otro eléctrico de 82 CV para llegar a un total de 262 CV.

Esto arroja algunas diferencias. Por un lado, la genética 100 % eléctrica se presenta más silenciosa y con una inmediatez de respuesta apabullante (4,9 segundos a los 100 km/h en la versión bimotor del Volvo XC40 Recharge Eléctrico Puro). Por otro, la híbrida enchufable se antoja dinámica y adaptable a todo tipo de situaciones. Es decir, la conducción en un híbrido enchufable puede personalizarse (muy por encima de lo que es posible con un híbrido no enchufable).

Podemos circular en modo 100 % eléctrico en vía urbana o apurar las prestaciones del vector térmico en viajes largos. Para apreciar los detalles de ambas soluciones, lo mejor es realizar una prueba de conducción, solicitándola en nuestro concesionario más cercano.

Autonomía, un obstáculo que se acerca a la extinción

Hasta no hace tanto la elección entre un híbrido enchufable y un eléctrico puro venía determinada por el recorrido eléctrico del que era capaz este último. La aceleración del desarrollo de la tecnología de baterías de iones de litio y la evolución del software está posibilitando que esto deje de ser un impedimento.

El Volvo XC40 Recharge, en su versión 100 % eléctrica, supera de sobra los 400 kilómetros de autonomía homologada (entre 418 y 425, según versión). Son cifras consolidadas que no solo se adaptan a las necesidades de movilidad diaria de casi todos los conductores, sino que nos pueden librar de enchufar el coche al final de cada jornada o, incluso, vadear la geografía española recurriendo a no más de una recarga pública.

La tecnología híbrida enchufable persiste como una garantía, más mental que física, de despreocuparnos de la recarga como un elemento preceptivo. Por ejemplo, no pensaremos en las bajas temperaturas como un factor limitante que incide sobre la autonomía.

Eso sí, contar con los 10,7 kWh cargados de la batería del Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable nos permitirá exprimir de lleno su motorización, algo muy aconsejable tanto para ahorrar en consumo como para apurar su rendimiento.

¿Qué modelo sale más económico? Depende

Un modelo híbrido enchufable, por normal general, presenta un precio de adquisición menor que uno 100 % eléctrico. Esto no quiere decir que a lo largo de la vida útil del vehículo vaya a resulta más caro. Depende del uso del vehículo.

Un factor clave para determinar el denominado coste total de propiedad (CTP) es el kilometraje diario que realicemos con el modelo. Sí, toca sacar la calculadora y, si nos importa este aspecto, hacer cálculos de cuánto podremos ahorrar en la gasolinera con respecto a la factura eléctrica. Por suerte, los conductores de modelos 100 % eléctricos están contando, hasta la fecha, con tarificaciones específicas que los libran del actual encarecimiento de la electricidad.

Aunque existen varios factores, hay algunas premisas que se mantienen: cuantos más kilómetros hagamos con un 100 % eléctrico, antes amortizaremos la diferencia con su precio más elevado.

Sin embargo, si nuestros trayectos no superan los 40 kilómetros diarios, podremos afrontarlos con la autonomía eléctrica de un híbrido enchufable, lo que hará que esta opción cobre más enteros para el ahorro.

En la comparativa de costes entre ambas tecnologías el recorrido diario es, casi en todas las situaciones, la piedra angular de la proyección de gastos. También hay que tener en cuenta otras cuestiones como la necesidad o no de instalar un punto de carga, las ayudas superiores a los 100 % eléctricos, o los menores costes de mantenimiento de estos últimos. Un eléctrico puro cuenta con un 60 % menos de piezas que su equivalente térmico, lo que puede suponer hasta un 50 % de ahorro en el mantenimiento.

¿Dónde y cómo lo enchufo?

El conector no solo supone la diferencia más visual entre un modelo de combustión y uno eléctrico, sino que además suele atraer ciertas reticencias por la novedad que representa.

Lo más probable es que acabemos cargando en el domicilio o en el lugar de trabajo. La recarga pública suele tener un cariz más bien ocasional. Aun así, en España la apuesta es clara por aumentar la infraestructura de carga pública para superar cuanto antes los casi 6.000 puntos que existen hoy.

El tipo de recarga doméstica, es decir, si conviene apostar por una instalación en el garaje (ya sea privado o público), resulta relevante a la hora de diferenciar entre un híbrido enchufable o un 100 % eléctrico. La batería de 78 kWh de la versión superior del Volvo XC40 Recharge Eléctrico Puro se aprovecharía mejor con un Wallbox que permita recuperar más energía en menos tiempo.

¿Es imprescindible? De nuevo habría que considerar no la cifra total de autonomía tope del vehículo 100 % eléctrico, sino el kilometraje diario. La necesidad de un punto de recarga de un híbrido enchufable es menor. Los 10,7 kWh del Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable se regeneran sin problemas por la noche en una toma de corriente convencional.

Ahora bien, también hay que considerar que tanto fabricantes, como Administraciones ofrecen ayudas que reducen o, incluso, anulan el precio del Wallbox y la instalación. Puede resultar interesante aprovecharlas para contar con una tecnología así en casa.

Cuestión de estilo y kilometraje

Las diferencias entre un vehículo 100 % eléctrico y uno híbrido enchufable no afectan al etiquetado, al menos en el caso de Volvo, pues todas sus versiones PHEV cuentan con la etiqueta CERO. El Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable no es una excepción. Se trata de un valor relevante a tenor de la proliferación en un corto plazo de la zonas de bajas emisiones en ciudades por encima de los 50.000 habitantes.

Lo que sí se demuestra relevante es el tipo de conducción que busquemos (con una aceleración propia de un deportivo o con el temple dinámico de un devorador de kilómetros), cuánto estemos dispuestos a invertir en un primer momento y, sobre todo, nuestro kilometraje diario.