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Llevamos muchos años leyendo sobre sostenibilidad, cambio en los modelos de transporte y electrificación. Sin embargo, no ha sido hasta la presente década cuando hemos empezado a observar un cambio de paradigma por parte de las Administraciones en lo que se refiere a la limitación o prohibición a futuro de los coches de combustión. ¿Qué países se lanzarán primero? ¿Y qué ocurrirá en España?

Volvo XC40 Recharge Eléctrico Puro
El auténtico SUV urbano 100% eléctrico, que viene a revolucionar el sector con sus más de 400 kilómetros de autonomía y una potencia de 408 CV. Para que puedas disfrutar al máximo de la carretera de la forma más sostenible.

Como es lógico, cumplir con los objetivos de sostenibilidad internacionales y dar el paso hacia la descarbonización del planeta no es un desafío que se pueda lograr en un corto periodo de tiempo o que implique a pocos actores. Fabricantes de automóviles, Administraciones y compañías energéticas han de remar en una dirección similar para propiciar la transición.

Hasta la fecha, pocos países se han atrevido a aventurar una fecha que ponga fin al tránsito de vehículos de combustión en sus carreteras. De hecho, hasta hace no tantos años bien podría calificarse como locura avanzar un pronóstico de este tipo.

No es de extrañar. Se trata de cambios estructurales que llevan tiempo cociendo y que, como contra, requieren de una fuerte inversión tanto pública como por parte de la industria.

Cómo afrontar el cambio de paradigma en la automoción

Ahora, las cosas han cambiado. Las voces que niegan las urgencias medioambientales que se han de afrontar son cada vez menos y más débiles. Existe un consenso mundial sobre la gravedad del impacto de los combustibles fósiles y la necesidad del cambio.

Esta realidad ha calado en la industria de la automoción. Fabricantes como Volvo se han lanzado a liderar ese cambio. Y es que no son solo Administraciones y autoridades. Cada vez parece más claro que aquellas marcas de automóviles que no asuman este giro de los acontecimientos van a sucumbir a la tormenta eléctrica que nos espera.

En el otro lado de la balanza, Volvo se ha marcado una hoja de ruta muy precisa con la movilidad eléctrica. Para los suecos, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad tan importante como la seguridad.

La gama Recharge ha servido para electrificar ya toda su gama. El siguiente escalón llegará en 2025, momento en que plantean que la mitad de los coches que vendan sean 100 % eléctricos. Una ofensiva que el Volvo XC40 Recharge ha iniciado.

¿En qué países tienen fecha de caducidad los coches de combustión?

A la par que los fabricantes de automóviles, varios países, principalmente occidentales, ya han legislado o lo están haciendo para prohibir las ventas de modelos de gasolina y diésel. Hasta hace pocos años, hablábamos de limitaciones a la movilidad o elevar los impuestos a este tipo de coches. En este sentido, se han dado los primeros pasos con las zonas de bajas emisiones en las ciudades, junto a tímidos impulsos por el coche eléctrico o por la infraestructura de recarga.

Sin embargo, cumplir con los acuerdos climáticos internacionales, como el de París suscrito en 2016, requiere mucho más. Así lo muestran gráficos como el siguiente, elaborado por Jae Edmonds para Science2017.globalchange.gov, en el que observamos la diferencia en emisiones de dióxido de carbono en función del tipo de política, activa o pasiva:

Noruega quería prohibirlos en 2025

La cita de París sirvió para que muchas Administraciones pasasen a la acción. Pocos meses antes, en junio de 2016, tan solo una nación había tomado la arriesgada (por entonces) decisión de prohibir los modelos de combustión.

Hablamos de Noruega. Las fuerzas políticas de ese país alcanzaron un consenso para desterrar gasolina y diésel de las carreteras en 2025. Todo vehículo que se moviera a partir de esa fecha lo haría con energía verde. Finalmente, la culminación de este ambicioso plan se ha retrasado hasta 2030.

El dilema chino

Mientras que el resto del mundo planifica a medio o largo plazo sus maniobras, en China no se pueden permitir tal lujo. Poseen un problema de salud público patente por culpa de la contaminación. Por eso, las autoridades del país han venido tomando medidas muy drásticas en la última década.

Entre otras, se establecieron cuotas máximas de ventas de coches de combustión y eléctricas, detenciones temporales en la fabricación de varios centenares de modelos de combustión y, por fin, a finales del año pasado quisieron seguir la estela de europea. Será 2035 el año en el que en China se dejen de vender vehículos alimentados por gasolina y diésel.

En Asia, «solo» Corea del Sur, Taiwán, Japón (donde ya desterraron hace años los coches diésel) o India tienen programas específicos para llevar a cabo esta prohibición.

Europa, un impulso motor

Si en Estados Unidos únicamente California planea sacar de las calles a los modelos de combustión, en Europa el panorama es diferente. Otros tantos países se han terminado sumando a la iniciativa que inauguró Noruega con el coche térmico:

  • Francia: pretenden dejar de venderlos en 2040 y prohibir su circulación total en 2050.
  • Reino Unido: la intención es que no estén disponibles en los concesionarios en 2030.
  • Holanda: otros de los primeros países en instar al cambio, coincide con Reino Unido en 2030 para detener sus ventas.
  • Alemania: las autoridades han comunicado un objetivo similar con esa fecha en común. Además, grandes ciudades, como Hamburgo, Berlín o Colonia, están prohibiendo la circulación de coches diésel según sus emisiones.

Como en estos países, Suecia, tierra natal del Volvo XC40 Recharge, el primer ministro Stefan Löfven ha comunicado la intención de parar las ventas de modelos térmicos en 2030. En Dinamarca han ido algo más allá. Coinciden en la fecha de 2030, pero han anunciado además que en 2035 prohibirán las ventas de híbridos, solo permitiéndose los cero emisiones.

España en 2040

La reciente Ley de Cambio Climático salida de las Cortes españolas establece que 2040 como la fecha en que no se podrán vender más vehículos térmicos (es decir, a gasolina y diésel), salvo aquellos dedicados a usos comerciales.

Esta no es la única novedad que incluye la norma. Antes de llegar a ese momento, se han incluido una lista de objetivos intermedios. En 2030, por ejemplo, se pretende alcanzar una reducción del 23 % de las emisiones de gases de efecto invernadero con 1990 como referencia.

La Ley incluye un punto básico y obligatorio para 2023: todos los municipios de más de 50.000 habitantes han de tomar medidas para reducir las emisiones derivadas del transporte y, entre estas, han de establecer zonas de bajas emisiones con circulación limitada a los modelos menos contaminantes.

La movilidad eléctrica como alternativa real

La cuestión ya no es si optar o no por la movilidad eléctrica. La cuestión ahora en cuándo. En Volvo, muy conscientes del cambio hacia la sostenibilidad en todas las áreas, han modificado no solos sus motorizaciones, sino también sus procesos de producción y los materiales emplazados en la fabricación.

De este modo, la compañía ha elevado la eficiencia en sus plantas recurriendo a energía 100 % renovable. También se está fomentando el uso de materiales biodegradables y de plásticos reciclados para descontar enteros a la dependencia de los combustibles fósiles.

En lo que se refiere a su gama, los híbridos enchufables Recharge ya gobiernan sus concesionarios. El desconocimiento por lo eléctrico disminuye gracias al esfuerzo del fabricante sueco, que insiste en transmitir el necesario cambio de mentalidad a través de hechos concretos, y no tanto buenas palabras o recomendaciones.

Y si los híbridos enchufables se han consolidado en su oferta, la compañía se ha lanzado hacia el siguiente paso con una nueva familia de 100 % eléctricos con autonomías superiores. El primero de ellos, el Volvo XC40 Recharge, homologa en los ciclos WLTP y EPA hasta 418 kilómetros de autonomía puramente eléctrica.

Tras este, el siguiente en llegar será el Volvo C40 Recharge, un crossover con una autonomía también de 420 kilómetros. Por tanto, Volvo no va a cejar, y el objetivo de que el 50 % de sus ventas sean 100 % eléctricas en 2025 está más vivo que nunca.