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Hace pocos años, no resultaba tan sencillo adivinar qué camino tecnológico tomaría la automoción. Se daba casi por sentado que el vehículo eléctrico se impondría. La cuestión era: ¿qué tipo de eléctrico?

El fabricante sueco brinda a los apasionados del futuro de la automoción la oportunidad de ponerse a los mandos de alguno de sus modelos 100% eléctricos durante el evento Volvo Studio Madrid. Acude al parking de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios (Madrid) desde el 17 al 22 de mayo para vivir la experiencia de conducir un vehículo de última generación.

En la actualidad, se ha confirmado la teoría que vaticinaban algunos expertos y no es otra que la convivencia en común de diferentes fórmulas que comienzan a ocupar un lugar importante en el mercado y en las carreteras. Híbridos ligeros, híbridos enchufables y 100 % eléctricos se han conformado como las propuestas más sólidas. Cada una responde a unas necesidades concretas.

El coche eléctrico ha despegado

Otros modelos de movilidad alternativa, como los eléctricos de autonomía extendida (REEV), los modelos a gas (GLP, GNC, etc.) o el coche con pila de hidrógeno (FCV) no están gozando de la misma confianza de la industria por diversos motivos. 

Pese a que muchas de estas tecnologías han tenido un tirón puntual o se sigue esperando que lo hagan, no pueden compararse con la enorme apuesta que ya supone el vehículo eléctrico. Volvo, como uno de los fabricantes pioneros en la electrificación, ha demostrado los aciertos de su hoja de ruta. Así lo confirma el mercado. Uno de cada cuatro modelos matriculados de Volvo en el mundo era enchufable en la primera mitad de 2021.

Según datos del fabricante, fueron 93.600 unidas vendidas, lo que implica un incremento en sus ventas de eléctricos del 150 % con respecto al mismo periodo del año anterior. Este éxito se explica en buena medida porque Volvo ha sabido elegir bien las diferentes y más eficaces vías para introducir las motorizaciones eléctricas. 

Mild hybrids, semihíbridos o híbridos ligeros, tan discretos como eficaces

El primero y más velado de estos métodos consiste en la hibridación ligera de los vehículos. En el fondo, no supone la inclusión de un propulsor eléctrico, sino la puesta a punto de una tecnología (que sí es eléctrica) que eleva la eficiencia del motor, reduciendo el consumo y las emisiones. Aparte de esto, incrementa la potencia y la suavidad en la respuesta del bloque térmico.

¿Cómo lo consigue? La pieza clave que también da nombre a esta clase de vehículo es una batería de 48 voltios que almacena la energía de la frenada. Esa se destina a alimentar un motor de arranque-generador (ISG) que, además, va conectado al cigüeñal, asistiendo de potencia eléctrica a la motorización por una doble vía.

Esta solución se encuentra en el mercado bajo varios nombres: modelos semihíbridos, mild hybrid, híbridos ligeros o de 48 voltios. Volvo la ha incluido de forma general en hasta siete modelos, con indiferencia de si se alimentan por gasolina o diésel.

Esta es una de las grandes ventajas de los híbridos ligeros. Su integración es sencilla y apenas repercute en los costes de fabricación ni en el precio final. Por eso, resulta una opción ideal para aquellos que quieren iniciarse de un modo más sutil en la movilidad eléctrica.

Su beneficio se demuestra en una reducción de su consumo y emisiones en torno al 15 % para modelos SUV como el Volvo XC60. De ahí que disfruten de todas las ventajas asociadas a la etiqueta ECO de la DGT.

Híbridos enchufables: un preciado nexo de unión

A principios de la anterior década, asistimos a un debate interno en la industria sobre si los fabricantes debían abrazar las motorizaciones híbridas enchufables o las 100 % eléctricas. Pero ¿por qué no apostar por las dos?

Como es lógico, hace diez años la tecnología de baterías de iones de litio no gozaba del grado de madurez actual, lo que alimentaba la dicotomía. Como añadido, adaptar los procesos de producción a unos u otros modelos resultaba complejo. Sin embargo, Volvo ha demostrado que ambos desarrollos pueden complementarse en su gama Recharge.

En el caso de los híbridos enchufables, la solución parte de la combinación de fuerzas de un motor térmico de combustión y uno o varios motores eléctricos. La fórmula reporta numerosas ventajas.

La primera la notamos en los compases iniciales al volante del Volvo XC40 Recharge híbrido enchufable. La fusión de fuerzas le otorga un dinamismo muy valorado en el segmento SUV. De ello, se benefician el resto de todocaminos de la familia, el Volvo XC60 Recharge y el Volvo XC90 Recharge.

Estos modelos de grandes dimensiones y masas se convierten en animales de ciudad gracias a las bondades de la propulsión eléctrica. Y es que los híbridos enchufables pueden circulan en modo 100 % eléctrico durante un recorrido que va desde los 46 kilómetros del XC40 Recharge híbrido enchufable a los 68 kilómetros del XC90 Recharge. De este modo, gozan de las ventajas de la etiqueta CERO.

Instantaneidad, comodidad en la marcha, ahorro (el Volvo XC40 híbrido enchufable homologa 2,1 l/100 km) y movilidad limpia se mezclan en vía urbana. En interurbana, disfrutan de la gran autonomía que les da su genética de combustión y son capaces de acercarse a una deportividad que parecía inalcanzable para un todocamino.

El futuro ya está aquí y es 100 % eléctrico

Los propulsores 100 % eléctricos han sufrido el azote de muchos detractores en años anteriores. Estos repetían sus desventajas sin reparar en los grandes beneficios y en el hecho de que son una opción tecnológica viable y sostenible. A día de hoy, se han convertido en la piedra angular de una estrategia de movilidad global.

El panorama medioambiental exige una debida transición en el transporte. En Volvo, han pasado de las palabras a la acción. En 2025 se ha marcado el objetivo de que la mitad de sus ventas sean eléctricas puras. Para 2030, el fabricante sueco pretende abandonar por completo la venta de coches térmicos para comercializar solo eléctricos.

Aunque es el cliché más repetido, lo cierto es que Volvo se ha puesto las pilas. En el mercado ya existen dos soluciones 100 % eléctricas a las que pocos defectos pueden sacar los detractores de antaño (y de hoy), comenzando por su autonomía superior.

Hablamos del Volvo XC40 Recharge y el Volvo C40 Recharge. Homologan en ciclo WLTP 418 y 444 kilómetros, respectivamente. El recorrido cubre la gran mayoría de necesidades de desplazamiento de los conductores. 

Pero esto no es todo. Modelos como estos extienden prestaciones que, hasta la fecha, estaban al alcance de muy pocos. Nos referimos, por ejemplo, a lograr una respuesta única, con una aceleración a los 100 km/h que baja de los 5 segundos. Es por eso que el modo en que entendemos el motor está a punto de evolucionar gracias a esta nueva experiencia eléctrica.

El coche eléctrico llega plagado de beneficios. Sin embargo, el más importante es el que repercutirá sobre nuestro planetaLa cuenta atrás para la electrificación total ya ha comenzado y, como se puede comprobar, no presenta un único camino.