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La fusión entre smartphones y vehículos llega a un nuevo y, quizá, culminante capítulo en el que se logrará lo que se lleva años persiguiendo: que el coche se integre como un miembro más en la red de servicios virtuales que nos rodean a diario. El matrimonio entre Volvo y Google Assistant rompe esta última barrera para la movilidad.

El fabricante sueco brinda a los apasionados del futuro de la automoción la oportunidad de ponerse a los mandos de alguno de sus modelos 100% eléctricos durante el evento Volvo Studio Madrid. Acude al parking de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios (Madrid) desde el 17 al 22 de mayo para vivir la experiencia de conducir un vehículo de última generación.

El fabricante sueco y los de Mountain View han trabajado codo con codo en una alianza que está acelerando el pulso tecnológico para que podamos hablar a nuestro coche desde cualquier parte. Así, los modelos de Volvo serán los primeros en integrar sin intermediarios corpóreos los dispositivos habilitados para Google Assistant.

A efectos prácticos, esto significa que podremos gestionar diferentes servicios de los vehículos de Volvo en remoto desde los dispositivos con acceso al Asistente de Google. Uno de los grandes beneficiados de la unión serán los coches eléctricos de Volvo. Tan solo hay que imaginar el control a distancia, mediante comandos de voz, de todas las funcionalidades relacionadas con la recarga.

Movilidad e IoT merecen una buena conversación

Antes de continuar con lo que Volvo y Google han propiciado, echemos un breve vistazo al pasado y a un futuro que promete y mucho. El desembarco de Google ha empezado redimensionando el papel del smartphone en el habitáculo. De hecho, la absorción por parte de Google Assistant de los servicios de Android Auto ha abierto las puertas a este último episodio.

La integración lleva años hirviendo a fuego lento, no sin lógicas complicaciones. Todo empezó con la conexión entre smartphone y vehículo. El coche conectado constituye uno de los grandes frutos tecnológicos en el inicio del milenio.

De esta carrera no solo se deriva la consecución final de la conducción autónoma plena, sino también es posible decantar el jugo que resulta de exprimir esa fruta. Los datos derivados de los servicios de conectividad del vehículo llevan años en el centro de la palestra esperando a que fabricantes de automóviles y compañías tecnológicas tracen soluciones comunes.

Además, la fusión de intereses en este ámbito amenaza con una revolución en la movilidad gracias al IoT. Este es uno de los recursos con más potencial para la infraestructura vial. Las aplicaciones prácticas de la conexión entre infraestructuras y vehículos (que lleva también muchos años cociéndose con mimo) son casi infinitas y más en estos días de 5G.

Consiste en que los vehículos sensorizados vuelquen a un contexto virtual todas los datos relevantes sobre lo que pasa en tiempo real en cada punto de la calle/carretera. Es la base de la seguridad vial predictiva o de aquellos que prometen el fin de los atascos. Y es la puerta de entrada de innumerables servicios para los conductores.

La evolución en la comunicación con nuestro coche

La llegada de Google Assistant a los modelos de Volvo ya ha probado sus virtudes. La interfaz de voz ha evolucionado para que la comunicación entre vehículo y conductor alcance un nuevo nivel. Sin lastrar la atención en la carretera, a golpe de palabra, es posible gestionar cualquier funcionalidad electrónica: navegación con tráfico en tiempo real, climatizador o servicios de llamada y mensajería, etc.

Google y Volvo han aprovechado para poner su granito de arena sofisticando el sistema de infoentretenimiento. Lo han hecho desarrollando apps propias diseñadas para la conducción que, como se apunta, ofrecen un gran filón de posibilidades todavía por descubrir.

En este sentido, el sistema Sensus Connect saca partido a los servicios premium de la app Volvo Cars (antigua Volvo on Call). Esta abrió la vía, por ejemplo, de utilizar el maletero como punto de entrega de un pedido.

Si estas soluciones se han venido centrando en la gestión de servicios partiendo del interior del habitáculo, la integración presente entre Google Assistant y los vehículos de Volvo «permitirá a los clientes de Volvo Cars controlar las funciones del vehículo mediante comandos de voz dirigidos a los dispositivos móviles y domésticos que tengan activado el Asistente de Google». Estas son algunas de las posibilidades que ofrecerá.

El coche entra en el hogar digital

1) Gestión del climatizador

La integración de Volvo y Google Assistant permitirá a nuestro vehículo aliarse con las redes domésticas de manera que podamos controlar algunas de las funciones más clásicas que, hasta la fecha, gestionábamos vía smartphone. Así, una conversación con el asistente de voz de Google en el hogar será suficiente para precalentar el vehículo en invierno.

En esta charla podremos indicar en cuántos minutos tenemos intención de iniciar el trayecto, de modo que el motor se inicie de forma previa o, por el contrario, sea tan solo el climatizador el que se active.

2) Bloqueo remoto del vehículo

Volvo lleva años trabajando en el área de la autenticación en remoto. Según el fabricante, las funcionalidades que operen a través de Google Assistant incluirán un proceso de validación de dos factores, de modo que «solo las personas adecuadas puedan oír o acceder a la información correcta en el momento oportuno».

Con esto asegurado, la integración de servicios apunta a sustituir el gesto de prestar las llaves del coche por indicar al asistente de voz que queremos desbloquear el vehículo allá donde se encuentre y permitir su conducción para que determinadas personas logueadas (como nuestros familiares) y con sus respectivas credenciales.

Una nueva experiencia con la recarga

Este es uno de los puntos más prometedores:

  • Por la estrategia de Volvo de convertirse en un fabricante exclusivo de modelos eléctricos (en 2030 solo ofrecerá coches 100% eléctricos).
  • Porque la recarga resulta una experiencia con mucho recorrido en la que todavía se pueden y se deben incluir y mejorar muchas prestaciones.

3) Programación en remoto de la carga del vehículo

El modo primigenio y que sigue extendido entre una gran mayoría de conductores de modelos 100% eléctricos es programar la carga del coche de forma manual, indicando un margen horario y características que vienen lastradas por la interfaz del vehículo o la app en cuestión.

La integración de estos servicios en el Asistente voz de Google invita a que estas rigideces se extingan. Es decir, otra conversación servirá para fijar todas las características de la recarga. Un sueño hecho realidad para el conductor eléctrico.

¿Queremos ahorrar solo cargando en las franjas horarias más baratas? ¿Optar por una entrega de potencia eléctrica concreta? ¿Especificar con detalle el tiempo de carga en remoto? Allá donde existe un dispositivo con el asistente de Google integrado, podremos manejar estas opciones de carga, sin necesidad de apps adicionales o de bajar a la plaza de garaje para operar a través del Wallbox. En cierto modo, la recarga incrementará su inteligencia.

4) Planificación y navegación en pos del coche eléctrico

Las mismas virtudes recaen sobre la gestión de la recarga pública. El Asistente de Google facilitará la vida a los conductores de modelos eléctricos en lo que a planificar trayectos con recarga se refiere. Así, se podrá consultar de forma previa la información relativa a los puntos de recarga públicos y, por supuesto, también en el curso de un viaje.

Según se vayan implementando los servicios podremos consultar características fundamentales que, hasta ahora, necesitaban de cierta investigación previa por parte de los conductores. Hablamos de las características de la estación de carga, tipo de conectores, potencia, propietario, necesidad de reserva o suscripción o su estado actual.

Una integración que posibilitará el paso de la teoría a la práctica

5) Relaciones de futuro entre el vehículo y las Smart Grids

Lo que hemos visto sobre la recarga se irá ampliando a la gestión energética en el hogar. Los modelos eléctricos pueden aportar mucho a las denominadas redes inteligentes o Smart Grids.

Volvo también trabaja la vía de la recarga bidireccional. La energía eléctrica almacenada en la batería del coche podrá trasladarse a la red doméstica. Esto beneficiará al consumidor, propiciando un factor de ahorro para los momentos en los que los precios más se eleven; y también resultará muy útil para la gestión de las redes eléctricas.

¿Cómo se gestionarán estas funcionalidades en el hogar? La integración entre el vehículo eléctrico y Google Assistant apunta a que este último adquiera el rol de asesor energético del hogar, potenciando la relación entre la red y las baterías del vehículo.

6) Funciones en la experiencia de conducción semi-autónoma y más allá

Por último, la fusión entre asistente y vehículo invita a repasar ciertos sueños y promesas de la industria del automóvil. Hasta ahora, podríamos imaginar más o menos que nuestro vehículo acudiera a nuestra llamada por sí solo.

Poder comunicarnos con él en remoto allanará, una vez vaya superando los niveles de inteligencia artificial para su independencia, el camino para la conducción autónoma. En el presente, las funciones de conducción semi-autónoma también se beneficiarán gracias a una posible gestión a través del asistente de voz de los sistemas ADAS presentes y aquellos que están por llegar.

Este universo interconectado de posibilidades iniciará su andadura de forma gradual. Durante los próximos meses los conductores de vehículos de Volvo que hayan vinculado su sistema Android del coche con la app de Volvo y un dispositivo con el Asistente de Google serán los primeros en experimentar los primeros comandos disponibles de una lista que irá creciendo.