El cambio hacia una movilidad más sostenible está en marcha. Hace apenas unos años, existía un desconocimiento sobre todas las posibilidades de los coches eléctricos. Híbrido, 100% eléctrico, híbrido enchufable o, incluso, eléctrico de autonomía extendida inauguraban conceptos desconocidos para los conductores.
En la actualidad y, gracias al paso hacia adelante que han dado fabricantes como Volvo, la movilidad eléctrica comienza a integrarse en nuestras ciudades y carreteras. Se inicia una nueva época con más esperanza en términos de calidad del aire.
Sin embargo, permanece la necesidad de desvelar y aclarar muchos de los detalles y las ventajas que rodean a la electrificación de los vehículos. Uno de los temas que más interrogantes genera es el de las etiquetas medioambientales.
Los distintivos de la DGT han calado entre los conductores en el momento que las grandes ciudades del país han comenzado a hacer uso de ellos para premiar a aquellos modelos más respetuosos con el medioambiente. Tal es el caso del Volvo XC60 T8 Twin Engine de mecánica híbrida enchufable y etiqueta CERO.
¿A qué llama la DGT etiqueta CERO?
Dentro de los coches con etiqueta CERO se integran todos aquellos que menos emisiones contaminantes generan. El término CERO puede suscitar cierta confusión, invitando a pensar que solo los modelos 100% eléctricos (BEV) desprovistos de tubo de escape (y, por tanto, sin posibilidad de emisiones) aspiran a este distintivo.
Como es lógico, estos vehículos disfrutan de las ventajas de la etiqueta azul o CERO de la DGT, pero no son los únicos. Y es que a estos se les unen los híbridos enchufables con una autonomía eléctrica que supere los 40 kilómetros (PHEV), los menos comunes eléctricos de autonomía extendida (REEV) e, incluso, los vehículos con pila de combustible de hidrógeno.
El siguiente escalón lo constituye la etiqueta ECO. Aquí se engloban otras soluciones híbridas, como los Mild-Hybrid. Estas también consiguen unos consumos de récord para muchos vehículos.
Gracias a las innovadoras motorizaciones T5 Twin Engine y T8 Twin Engine, Volvo ofrece en nuestro país hasta siete modelos con el distintivo CERO.
¿Qué ventajas conlleva la etiqueta CERO?
Lucir el azulado de la etiqueta CERO en el parabrisas trae aparejadas ciertas ventajas. No conviene infravalorar estos beneficios, sobre todo, si transitamos por vía urbana, en ciudades como Madrid o Barcelona.
Es posible, por ejemplo, circular por las zonas de bajas emisiones de tráfico restringido o acceder a los carriles VAO sin el requisito de ocupación mínima. Esta ausencia de restricciones también se aplica a aquellas ciudades con protocolo anti-contaminación.
Buscar y encontrar estacionamiento urbano es, quizá, uno de los lujos más preciados de los etiquetas CERO en ciertas ciudades como Madrid. También se puede aparcar sin restricciones horarias y de forma gratuita en zona SER (es decir, zona azul y verde).
La etiqueta CERO es sinónimo de ahorro total. No es solo una cuestión de ahorro de combustible, sino que estos vehículos se encuentran bonificados con el 75% del impuesto de circulación y exentos del impuesto de matriculación en Madrid y Barcelona. Además, algunas autopistas de peaje también incluyen descuentos al llevar el distintivo CERO.
Una naturaleza híbrida diferente
La mencionada etiqueta ECO cuenta con numerosas ventajas, pero no tantas como la etiqueta CERO. Bajo el distintivo ECO encontramos a todos los modelos híbridos no enchufables.
El punto fundamental que explica la diferencia en el etiquetado resulta de la naturaleza de las motorizaciones. Mientras que los híbridos enchufables pueden circular en modo 100% eléctrico más de 40 kilómetros, esta no es una característica del resto de híbridos. En un híbrido convencional (HEV) es la propia motorización la que realiza la gestión energética.
En el caso de los híbridos enchufables, se pueden elegir entre diferentes opciones gracias a distintos modos de conducción. De esta manera, el margen para circular con emisiones reducidas es mayor para los híbridos enchufables.
La etiqueta CERO del Volvo XC60
Sin duda, la etiqueta CERO del Volvo XC60 T8 Twin Engine se sitúa entre los grandes logros a los que aspira su motorización. Su tecnología de propulsión T8 Twin Engine consolida el esfuerzo de los ingenieros de Volvo para integrar deportividad y sostenibilidad en un mismo SUV.
Esto se materializa con el trabajo en conjunto de un motor de gasolina de cuatro cilindros y 303 CV y otro eléctrico de 87 CV, encargado del impulso trasero. Esa tracción total del Volvo XC60 traslada al conductor una sensación de rendimiento y aceleración únicas, solo experimentadas al volante de un híbrido enchufable.
El mérito de los ingenieros de Volvo es que el conductor puede disfrutar de toda esta deportividad y, al mismo tiempo, poseer un margen de emisiones contaminantes muy reducido. La batería de iones de litio que nutre los 390 CV de potencia del todocamino explica este hito. Esta permite su recarga completa en aproximadamente tres horas mediante la conexión a una toma de corriente convencional.
¿Qué tiene que ver la etiqueta CERO con la homologación de la autonomía?
La normativa de homologación ha venido afectando a los vehículos eléctricos de forma considerable. Hasta hace dos años era el ciclo europeo NEDC el que otorgaba la cifra total de autonomía para todos los coches eléctricos.
Este se ha sustituido por el WLTP (Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedure). Las pruebas de las que se compone el nuevo ciclo de homologación se acercan mucho más a las condiciones de conducción que el vehículo vive en carretera abierta.
De ahí la importancia de la autonomía eléctrica que ostenta el Volvo XC60 T8 Twin Engine. Y es que esos 46 kilómetros se encuentran avalados por las nuevos requisitos del ciclo WLTP, lo que por consiguiente, provoca que encaje dentro de los vehículos más respetuosos con el medio ambiente. Es decir, aquellos vehículos que cuentan con la etiqueta CERO.