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Los desafíos que exigen las actuales necesidades de movilidad requieren que los fabricantes de automóviles desarrollen modelos poliédricos. Cada vez más se piensa en coches que ofrezcan el máximo de prestaciones en diferentes escenarios de conducción, y este reto comienza con las motorizaciones y la integración de las virtudes de los propulsores eléctricos.


Los vehículos Twin Engine ofrecen una experiencia de conducción potente y eficiente a la vez. Utiliza el modo eléctrico para cubrir los desplazamientos cotidianos, sin tener que preocuparte de la autonomía, ya que siempre podrás pasar al motor de gasolina ¿Con qué modelo híbrido te quedas?

Existen un gran número de soluciones de cariz eléctrico que han llegado al concebir vehículos más eficientes, más respetuosos con el medio ambiente, con mejores datos de consumo y, al mismo tiempo, con mejor rendimiento. Son características que hace 30 años podrían parecer impensables e, incluso, incompatibles entre ellas. Pero hoy, fabricantes como Volvo concilian todas las ventajas de la tecnología eléctrica al servicio de la automoción.

La eclosión de tantos tipos de tecnologías; híbridos, semihíbridos, híbridos enchufables, 100% eléctricos, eléctricos de autonomía extendida etc., puede resultar algo confusa. De la mano del Volvo XC60 explicamos en qué consisten las tecnologías de hibridación ligera, las que montan híbridos convencionales y las de los híbridos enchufables.

Semihíbridos o la integración total de la frenada regenerativa

Semihíbridos, coches mild hybrid, híbridos ligeros, microhíbridos o híbridos de 48 voltios son las principales denominaciones de una misma tecnología. Los modelos semihíbridos constituyen la solución eléctrica más ligera y sutil que pueden encontrar los modelos térmicos actuales, pero no por ello menos eficaz.

Aprovechan la energía que genera el vehículo cuando frena con un sistema de frenado por cable eléctrico. La energía eléctrica se almacena en una pequeña batería de iones de litio (que suele ostentar en torno a 1 kWh de capacidad energética) de 48 voltios. A diferencia de lo que ocurre con el resto de modelos híbridos, los semihíbridos carecen de motor eléctrico en sí. Entonces, ¿cómo se aprovecha la energía que almacena la batería?

Esta se reconduce a través de dos vías. La primera es mediante un motor de arranque-generador (ISG) que otorga potencia y par al motor térmico. Pero, además, este último motor también se encuentra conectado al cigüeñal. Esto abre una segunda vía de apoyo al conjunto de la motorización. Así, se incrementa de forma considerable la eficiencia en la arrancada del motor de combustión y también durante el inicio de la marcha.

El Volvo XC60 es uno de los primeros modelos de Volvo en presentar esta innovación en sus versiones de diésel y gasolina. De este modo, se consigue una respuesta más suave y eficaz del sistema Start/Stop ofreciendo hasta un 15% de ahorro de combustible y reduce las emisiones en la conducción real. Invita, a su vez, a que un modelo de espíritu atlético como el Volvo XC60 realice trayectos urbanos de un modo eficiente y cómodo.

Los híbridos convencionales: el punto de unión

Para seguir entendiendo las virtudes de los modelos híbridos, conviene remontarse al momento en que cobraron popularidad. Fue a principios del presente milenio. En ese momento, aparecían en el mercado sistemas de motorización eléctrica menos eficientes de los que hoy conocemos.

Desde entonces, estos sistemas se han ido implementando a través de diferentes rutas tecnológicas. Así, podemos hablar de varios tipos de híbridos (híbridos en paralelo, híbridos en serie o híbridos en paralelo-serie) en función de la gestión de la energía eléctrica que realicen.

Este origen ha permitido que en los últimos años se produzca un perfeccionamiento nunca visto, con soluciones como los mencionados semihíbridos o con la llegada de una nueva modalidad que aglutina todas las posibles ventajas de los motores de combustión y de los eléctricos. Nos referimos a los modelos híbridos enchufables (o PHEV, por sus siglas en inglés).

Híbridos enchufables, la nueva era de los motores Twin Engine

Este nuevo capítulo que viven los híbridos y, por consiguiente, toda la movilidad eléctrica, se está escribiendo gracias a sistemas de propulsión como los motores Twin Engine. Volvo lleva varios años liderando con esta solución híbrida enchufable que constituye la opción de motor estrella de la gama del Volvo XC60.

La versatilidad y el dinamismo que aportan los motores Twin Engine a la conducción son únicos. El origen hay que buscarlo en su dualidad motora. El corazón de un híbrido enchufable integra fuerzas térmicas y eléctricas con varios motores combinando su energía para elevar la experiencia de la conducción a un nuevo nivel.

El origen de la energía eléctrica lo encontramos en una batería de iones de litio que se recarga conectándose a la red (aparte de aprovechar los sistemas de regeneración del vehículo). Las características de las baterías de los híbridos enchufables les acarrean ventajas dentro de la movilidad eléctrica: son más ligeras que las de los modelos 100% eléctricos y los tiempos de carga son menores.

Aún así, permiten la opción de realizar la mayoría de los desplazamientos diarios urbanos en modo 100% eléctrico y sin gastar una gota de combustible fósil. Volvo ha sido uno de los fabricantes que más ha trabajado para potenciar este factor y la última generación de motores T8 Twin Engine que monta el Volvo XC60 ha aumentado en un 15% su autonomía en modo eléctrico.

Como se constata, Volvo ha dado en el clavo con sus versiones de motorización híbrida enchufable, las T6 Twin Engine y T8 Twin Engine. Estas materializan todo su potencial con cuatro modos de conducción.

La conducción llega a su máximo grado de personalización

La gestión de la energía de vehículos como el Volvo XC60 T8 Twin Engine dependen de estas cuatro opciones. Mientras que en modo Hybrid se emplea la gasolina y la energía eléctrica para conseguir un equilibrio óptimo de potencia y eficiencia, el modo Pure permite la conducción 100% eléctrica. En el otro extremo de la personalidad Twin Engine encontramos el modo Power, que exprime el rendimiento del vehículo hasta un nivel que solo un híbrido enchufable puede alcanzar.

Además, las motorizaciones Twin Engine presentan una cuarta alternativa que posibilita una personalización de los elementos de cada modo de conducción. La adaptación del motor a las necesidades del conductor es total. Es por eso que los modelos híbridos enchufables son ideales para cualquier tipo de trayectos: cortos y largos; interurbanos y urbanos.

Si profundizamos en esta último escenario, el de las ciudades, la tecnología híbrida enchufable ha propiciado que cualquier modelo pueda circular sin emisiones y con una eficiencia récord, sin que todo esto vaya en detrimento de la potencia. De hecho, Volvo ha introducido la tecnología Twin Engine en cada nuevo modelo lanzado desde 2014.

El fabricante ha recibido el reconocimiento del sector por sus contribuciones a la nueva movilidad en varias ocasiones. El Nuevo Volvo XC60 ha sido uno de los últimos modelos premiados en esa línea, al ser nombrado mejor coche internacional del año en el Salón de Nueva York de 2018. La gran adaptabilidad de las motorizaciones Twin Engine son en buena medida responsables de este último galardón.