Volvo Cars deja claro su preocupación por el medioambiente con unos objetivos muy ambiciosos: que el 50% de sus ventas en 2025 sean vehículos eléctricos, y el 100% en 2030. Pero para lograrlo, es necesario ir más allá de la electrificación, y ya se plantea ser una compañía totalmente circular en 2040. La Economía Circular se opone al modelo lineal de “producir, usar y tirar”, entendiendo la vida de un producto como un círculo retroalimentado en el que se aprovechan todos los residuos y desechos.
Para conocer en detalle el camino de Volvo hacia la Economía Circular, vamos a tomar el ejemplo del nuevo Volvo EX30, un SUV compacto que se fabricará exclusivamente en versión eléctrica (con hasta 480 km de autonomía y 26 minutos de tiempo de carga del 10% al 80%). Los procesos de producción de este nuevo modelo nos servirá para ilustrar cómo el fabricante aplica los tres pilares básicos de la Economía Circular: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Reducir: simplificar el diseño y prescindir de elementos innecesarios
La primera R de la Economía Circular es Reducir. Nos referimos a disminuir o simplificar la compra y el consumo de cualquier tipo de producto. Esto no solo supondrá un evidente ahorro en nuestro gasto, sino también una reducción en los posteriores residuos generados. Un buen ejemplo es el cobro de las bolsas de plástico en el supermercado, que nos ha llevado a reducir nuestro consumo de ellas y, por tanto, del residuo que luego suponían para el medioambiente.
En los sectores industriales, y más concretamente en la automoción, la R de Reducir se refiere también a la cantidad de materias primas (metales, maderas, tejidos…) y recursos naturales (electricidad, agua, etc.) consumidos en el proceso de producción. En este punto, optimizar el diseño del producto y contar con una filosofía minimalista es fundamental para alcanzar ese “menos es más”, siendo el Volvo EX30 el mejor ejemplo que podemos poner.
El nuevo SUV eléctrico de la firma sueca es el más pequeño de sus hermanos, por lo que requiere menos materiales para su estructura: un 30% menos de acero y aluminio que cualquier otro SUV de Volvo. Además, para maximizar el espacio interior del Volvo EX30, el fabricante ha utilizado un diseño minimalista e inteligente que prescinde de elementos innecesarios. Ello supone a la postre reducir el número de componentes, piezas, botones y adornos en el interior del SUV compacto.
Recordemos por último que, en la Economía Circular, todas las fases se retroalimentan. Esto quiere decir que nuestra capacidad de Reducir también depende de nuestra cantidad de Reciclar y Reutilizar. Por ejemplo Volvo Cars, que recicla la totalidad de los residuos metálicos en la producción de sus vehículos, consigue reducir así su consumo de metales vírgenes procedentes de la naturaleza.
Reutilizar: diseñar los componentes para ir más allá de la vida útil del vehículo
La segunda R de la Economía Circular es Reutilizar. Se entiende como ir más allá de la vida útil habitual de un artículo, en ocasiones dándole un uso diferente al original. Volviendo al ejemplo anterior, las bolsas de tela que venden ahora los supermercados, duran más que las de plástico y podemos usarlas más veces. Algunas tienen diseños tan vistosos que podemos utilizarlas para ir a la piscina o hacer un regalo.
Una de las claves de la fase de Reutilizar es poder reparar o renovar nuestros artículos para poder ser reutilizados, bien para su función original bien para usos alternativos. En los sectores industriales esto recibe el nombre de reacondicionamiento, refabricación o remanufactura, y muchos lo consideran una cuarta R debido a la gran importancia que está tomando. Gracias a esta técnica, podemos darle una segunda vida a muchos productos y artículos, a un precio más asequible que comprarlos nuevos.
La Reutilización puede ser clave para lograr una industria sostenible. Volvo estima que la refabricación de componentes de automoción emplea un 85% menos de materias primas y un 80% menos de energía. Para ello es fundamental que las piezas estén diseñadas, desarrolladas y fabricadas desde el principio con el propósito de ser reutilizados en el futuro, incluido en otros modelos diferentes. El fabricante sueco afirma que en 2022 refabricó más de 33.000 piezas, evitando la emisión de casi 4.800 toneladas de CO2.
El máximo exponente de la Reutilización en Volvo es el EX30, diseñado para que pueda reutilizarse el 95% de su materia al final de vida útil, bien reutilizando componentes o recuperando energía de aquellos elementos que no puedan aprovecharse. En su fabricación se reutiliza el 25% del aluminio y el 17% del acero, y muchas de sus piezas de plástico no se pintan para que sea más fácil su reutilización futura. Para reutilizar las baterías de propulsión (en el Volvo EX30 es de 69 kWh de capacidad), Volvo ya busca cómo darles una segunda vida como acumuladores de energía fotovoltaica para empresas y hogares.
Reciclar: convertir los residuos en nueva materia prima para la fabricación de vehículos
La tercera R de la Economía Circular es Reciclar, transformar un residuo o desecho para darle un nuevo valor productivo y reincorporarlo al ciclo económico. Se trata de la gran batalla por la sostenibilidad de la industria, y la mayor respuesta al consumo desproporcionado, la escasez de recursos naturales y la generación de residuos tóxicos. En automoción también es un eslabón fundamental en la Economía Circular, reduciendo y reutilizando los residuos, materias primas y componentes de los propios vehículos.
No se trata solo de responsabilizarse del reciclaje de los desechos de uno mismo, sino de tener una visión global y proactiva para detectar oportunidades de reciclaje en otros sectores. Volvo Cars por ejemplo recicla plásticos procedentes de muy diversos artículos, como envases PET, persianas domésticas o redes de pesca para fabricar su tejido ecológico Nórdico. El fabricante sueco tiene como objetivo en 2025 utilizar un 25% de plásticos reciclados, otro 25% de acero y hasta un 40% de aluminio.
Mientras tanto, el Volvo EX30 es actualmente el mayor exponente del reciclaje del fabricante sueco. Además del aluminio y acero reutilizados, el 17% de todos los elementos de plástico y el 30% de la goma de los parachoques son de origen reciclado. Es el mayor porcentaje en un vehículo de Volvo hasta la fecha. El SUV compacto también utiliza para sus tapicerías telas vaqueras procedentes de la industria textil y lanas responsables con un 70% de poliéster reciclado.
No es el único hito logrado con el Volvo EX30. Como no podía ser de otra manera con un modelo 100% eléctrico, se fabricará en una planta con energía 100% climáticamente neutra, y sus proveedores directos se han comprometido a utilizar un 95% de energías renovables. También se utilizará tecnología blockchain para rastrear la trazabilidad de las materias primas (litio, manganeso, cobalto, grafito…) y garantizar su origen sostenible. Teniendo en cuenta que ofrece un consumo energético de 15,7 kWh/100 km, la huella de carbono del EX30 es un 25% menor que otros modelos de Volvo como el XC40. En definitiva, el Volvo más sostenible hasta la fecha.
Como vemos, las 3 R de la Economía Circular constituyen más un flujo bidireccional que simplemente circular. Y podrían convertirse en toda una red de nodos interconectados con la inclusión de nuevos métodos y acciones de sostenibilidad como Reparar, Renovar, Rediseñar o Recuperar. La Economía Circular es una filosofía cada vez más extendida y aplicada en los distintos aspectos de la actividad humana, y en una industria de la importancia de la automoción puede alcanzar dimensiones nunca vistas hasta ahora. Los próximos años serán importantes para conocer todo su potencial.