Los sistemas de retención infantil (SRI) o sillitas de coche y elevadores son una garantía imprescindible de seguridad para los niños y, al mismo tiempo, un desafío para los adultos. Atraen un sinnúmero de interrogantes. ¿Qué los hace más o menos seguros? ¿Por qué es crucial su instalación? ¿Cómo facilitan los fabricantes de automóviles su colocación y uso?
Si dejamos fuera de la clasificación a las enfermedades, la siniestralidad vial constituye la primera causa de muerte en el mundo. Las circunstancias se agudizan en el caso de los menores. Según informó la OMS en 2019, aproximadamente 186.300 menores de edad murieron en el mundo en el último año como consecuencia de un siniestro. Equivale a 510 muertes diarias o una cada tres minutos.
La situación entre las diferentes parte del globo es muy desigual. Ahora bien, es una grave realidad que, incluso en países occidentales como España, aún existe gente que no utiliza el cinturón o los sistemas de retención infantil. Ocurre, además, que otros tantos usuarios de estos sistemas encuentran problemas a la hora de instalarlos.
El objetivo primordial de Volvo es reducir la siniestralidad a cero. Para ello, ha encabezado la innovación tecnológica en materia de seguridad dentro de la industria de la automoción desde la década de 1960. Dentro de su hoja de ruta, se ha priorizado la protección de los más pequeños. El resultado de este trabajo es visible en modelo actuales como el Volvo XC60 Recharge.
Un poco de historia: innovaciones en materia de seguridad infantil
Resulta imposible hacer un balance histórico de la seguridad infantil en el coche sin mencionar al fabricante del circulo y la flecha. Ya en 1964 Volvo se implicó de lleno en el desarrollo del primer asiento para niños en un coche. Inspirado en el diseño aeronáutico usado por los astronautas de la época, ya presentaba una colocación a contramarcha.
Tres años más tarde, el Volvo 144 introducía el primer vehículo adaptado para niños comprendidos entre uno y siete años. Desde entonces, las innovaciones fueron sucediéndose, con una concienciación cada vez mayor de la industria. Volvo persistió en ir mejorando la protección que brindaban con varias generaciones de sillitas que se iban perfeccionando con avances cruciales, como la colocación ISOFIX y a contramarcha, combinación en la que Volvo fue también pionero.
Gracias a esto, en la actualidad contamos con SRI con grandes prestaciones. Sin embargo, la importancia de este asunto no solo reside en las características individuales de una sillita infantil, sino en la integración entre estas y el vehículo.
¿Cómo calibrar la seguridad de un sistema SRI?
Antes de tratar la integración, conviene destacar algunos aspectos fundamentales que potencian la seguridad de los SRI. Es decir, ¿qué tener en cuentan a la hora de elegir una sillita de bebé o niño para coche?
Homologación. En la actualidad, nos encontramos en un proceso de transición entre normas de homologación. La antigua ECE R44/04 deja paso a norma i-Size. Los detalles sobre la homologación de un SRI se pueden consultar en la etiqueta obligatoria que han de llevar adherida. La última norma, i-Size, plantea una nueva clasificación por grupos de edad de los SRI de este modo:
- Sillas i-Size de 40-85 cm de altura y hasta un año de edad.
- Sillas i-Size de entre 45-105 cm y entre 6 meses y 4 años de edad.
- Elevadores con respaldo obligatorio para niños de entre 100-135 cm.
Sistema ISOFIX. El sistema de anclaje ISOFIX resulta mucho más seguro si lo contrastamos con el que se realiza mediante el cinturón de seguridad. Esto es así, además, porque permite una instalación más sencilla.
Colocación a contramarcha. Todos los expertos, tanto médicos, como en la industria de la automoción y en la movilidad recomiendan utilizar un SRI que propicie la colocación en contra del sentido de la marcha. Cuanto más años sea posible, mejor. Diversos estudios, como el realizado por la Fundación MAPFRE, indican que este sistema reduce un 80% las lesiones producidas por colisión frontal, mientras que el resto de sillitas solo llegan hasta el 50%.
Comodidad. La comodidad de los menores es una aspecto importante, pues puede llegar a influir en la propia seguridad. Aquí se pueden englobar los sistemas de abrochado o la posición ergonómica de cada silla infantil. Con respecto a esto último, los expertos insisten en que, en el caso de los bebés más jóvenes, se ha de procurar que no duerman durante largos periodos de tiempo en su SRI.
Materiales. La mayoría de SRI con peores calificaciones en los test de seguridad coinciden en presentar cierto grado de toxicidad en los materiales de elaboración. Resulta importante realizar una comprobación previa de esto a la hora de adquirir un asiento infantil.
Instalación de los SRI: un momento crucial
Un SRI puede aprovechar al máximo las propiedades mencionadas si su instalación e integración con el vehículo se realiza de forma correcta. Este punto es algo muy relevante. Existen estudios que aseveran que hasta un 80% de los SRI adolecen de una colocación adecuada.
Una cuestión que no solo apunta a las sillas infantiles, sino también a las facilidades que los fabricantes de vehículos presentan para integrar la gran variedad de SRI presentes el mercado. Ante esta problemática, ¿por qué las compañías de automóviles no diseñan SRI en consonancia con las características de los modelos?
Se trata de una línea de trabajo por la seguridad vial en la que Volvo lleva volcado desde el nacimiento de las sillitas. Las pruebas del fabricante sueco con sus vehículos monitorizan cómo reaccionan los asientos infantiles en condiciones de tráfico real. A partir de ahí, Volvo diseña sillas infantiles propias que encajan con las características de modelos como el Volvo XC60 Recharge.
SRI y coche, dos conceptos inseparables en los modelos de Volvo
De este modo, Volvo cuenta con cinco modelos de sistemas de retención infantil que cubren todas las edades. En ellos se priorizan los aspectos más importantes que han de tener los SRI: instalación ISOFIX, colocación en contra del sentido de la marcha o materiales de calidad. Su integración se completa hasta en el diseño, pues las propias sillas infantiles siguen la línea de diseño escandinavo.
Además, el fabricante facilita una planificación de la instalación gracias a un configurador de asientos infantiles. En el mismo se puede escoger entre todos sus modelos para saber qué combinación es más segura y provechosa a la hora de instalar cada SRI en función de sus dimensiones reales. Esto incluye potenciar aspectos como la colocación de los sistemas en las plazas más seguras del vehículo. Según los expertos, estas son la plaza central trasera y, de no ser posible, en el asiento situado tras el copiloto.
Modelos con la amplitud suficiente para los SRI
Por tanto, Volvo tiene en cuenta, a la hora de diseñar sus habitáculos, que en ellos se instalarán SRI. De ahí la presencia del sistema de anclaje ISOFIX o del mayor espacio dedicado a la parte posterior del habitáculo a lo largo de los diferentes segmentos. En el caso del Volvo XC60 Recharge, la segunda fila de asientos es suficientemente amplia como para instalar dos SRI y que un adulto viaje sin apreturas en la plaza que restante.
Yendo un paso más allá, el Volvo XC60 Recharge permite integrar hasta cuatro de las sillitas infantiles de Volvo: tres en la fila trasera y una última, en el asiento del copiloto (con respecto a este asiento, la normativa especifica en qué casos es posible. Con todo, se trata de la posición que menos protección ofrece).
Es imposible no relacionar un viaje con niños con el volumen disponible en el maletero. El Volvo XC60 Recharge cuida este aspecto con 468 litros en los que alojar los numerosos accesorios y objetos de bebés y niños.
Así se materializa el compromiso del fabricante con la seguridad infantil en su meta de seguir salvando vidas en la carretera. Una asignatura que incumbe a toda la sociedad.