Los frenos siempre han estado ahí para protegernos, pero durante mucho tiempo han supuesto también un gasto importante de energía. Actualmente contamos con avanzados sistemas que nos ayudan a frenar con más seguridad, pero también otros que nos permiten aprovechar al máximo la energía de cada frenada y, por tanto, ahorrar combustible.
Cuando se combinan juntos, como en el Volvo XC60 T8 Twin Engine, que cuenta con frenado automático y versión híbrida con frenada regenerativa, ganamos en seguridad y eficiencia. Así es como funcionan.
Frenar en el momento justo
A lo largo de la historia, los fabricantes han ido perfeccionando sus frenos para hacerlos más seguros y fiables. Los sistemas de frenado automático son el último hito que la tecnología ha alcanzado, y un elemento imprescindible de la conducción semi-autónoma. Uno de los que más ha apostado por este tipo de conducción es Volvo, que incluyó su sistema de frenada automática en 2010 dentro del paquete City Safety. En 2013 ya fue incorporado de serie en el XC60, junto con el sistema de Detección de Peatones y Ciclistas con frenado automático; Volvo deseaba dotar a este popular SUV de los mejores avances en seguridad para que pudiesen llegar a todo el público.
City Safety es un conjunto de sistemas de seguridad activa que se apoya en el trabajo conjunto de un tipo de radar láser, el famoso LIDAR, y una cámara de alta resolución. El LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging) se encarga de recrear tridimensionalmente el entorno frente a nosotros, detectando los elementos a nuestro alrededor y calculando su posición, movimiento y velocidad. El cometido de la cámara es la de identificar la naturaleza de esos elementos detectados por el LIDAR: un automóvil, un peatón, una bicicleta… Por su parte, la unidad central del City Safety recopila y compara todos los datos del LIDAR y la cámara, y evalúa los posibles riesgos de colisión con esos objetos y el tiempo de frenado necesario para evitarlo.
El nuevo software incluido en las última versiones del City Safety permite prever determinadas situaciones complicadas. En cualquiera de estos casos (niños que salen detrás de un balón, adultos que se cruzan de forma inesperada, ciclistas que giran de forma repentina sin señalizarlo…), si existe riesgo de colisión, City Safety nos alerta primero con avisos acústicos y lumínicos; también realiza una suave y breve frenada que sirve además de precarga de los frenos por si finalmente hay que recurrir a ellos. Después, si el riesgo se materializa, el sistema nos ayuda en el frenado aumentando la fuerza del pedal; o si no reaccionamos a tiempo, el sistema toma el control y frena al máximo para evitar el impacto.
Ahorrar cada vez que usamos los frenos
Cuando un vehículo convencional está en movimiento, y aún sin estar acelerando, cuenta con una energía cinética (lo que llamamos «inercia») que debemos contrarrestar si queremos reducir la velocidad. Lo hacemos accionando los frenos, donde se libera gran parte de esa energía cinética en forma de calor (las pastillas de freno se calientan por la fricción). Se calcula que en un vehículo convencional se desprende en torno al 80% de esa energía cinética.
En el Volvo XC60 T8 Twin Engine, además de los frenos, se puede usar el motor eléctrico a la inversa para contrarrestar la energía cinética del vehículo. De forma similar a la dinamo de una bicicleta, el motor transforma así la energía cinética en eléctrica, recargando las baterías y aumentando así la autonomía del XC60. Es lo que se llama frenada regenerativa, y puede suponer la recuperación del 70% de la energía que antes se disipaba en forma de calor.
El XC60 híbrido alterna entre este sistema y los frenos convencionales según la intensidad de frenada que necesitemos. La frenada regenerativa se activa tanto en «freno motor» como si pisamos suavemente el pedal del freno; y si por motivos de seguridad necesitamos reducir la velocidad más rápidamente, pisamos más a fondo el pedal y se activarán los frenos convencionales. Es por tanto un sistema muy eficaz si conducimos de forma suave, anticipándonos a las frenadas; pero también en ciudad, donde la velocidad es moderada y tenemos que frenar constantemente ante semáforos, glorietas, señales de stop etc.
Más capacidad de detalle y alcance
El futuro de los distintos sistemas de frenado pasa por el LIDAR, cuyo margen de mejora potencial aún están por descubrir. Tanto si queremos que nuestro vehículo frene con más seguridad o con más antelación, las mejoras del LIDAR son imprescindibles para ganar en tiempo de frenada. Para ello, Volvo incluyó en su programa Volvo Cars Tech Fund a la start-up Luminar, desarrolladora de sensores y especializada en LIDAR. El objetivo de esta asociación es mejorar las capacidades del radar láser y abaratar los costes de fabricación, para que los sistemas de frenado automático o regenerativo estén al alcance de todo el mundo.
Los avances de Luminar con el LIDAR han significado una mejora imporantante de la resolución. Los nuevos radares láser alcanzarán tal nivel de detalle que permitirán identificar partes de los elementos por separado, como el brazo de un ciclista que está señalizando un giro o las piernas de un niño que ha echado a correr. Podrán detectar e identificar determinadas posturas humanas, lo que a su vez servirá para el gran salto cualitativo que prepara Volvo para la frenada automática: predecir los movimientos de peatones y ciclistas.
El nuevo LIDAR también ganará en capacidad de alcance, pudiendo rastrear entre 230 y 250 metros por delante de nuestro vehículo. Esto ampliará el tiempo de reacción del sistema, y por tanto el de la frenada automática; pero también permitirá frenar con más suavidad y antelación, con lo que podremos utilizar la frenada regenerativa de forma más eficiente.
El Volvo XC60 será uno de los primeros modelos en recibir estas mejoras. El crossover de Volvo ya recibió en 2018 el premio a Mejor Coche del Año, entre otras cosas por sus innovaciones incluidas. Y Volvo tiene intención de que siga siendo así.