Nuestra forma de conducir puede llegar a influir mucho en los niveles de consumo y eficiencia de nuestro vehículo, sea de combustión, eléctrico o híbrido. Y si es híbrido enchufable más todavía, por sus propias particularidades.
A continuación vamos a repasar cuáles son las claves que hacen que este tipo de vehículo sea tan especial, y cómo podemos sacarle el máximo rendimiento.
Las ventajas que nos ofrece el híbrido enchufable frente al ordinario
Un vehículo híbrido es aquel que combina dos tipos de motores y, por consiguiente, dos formas de propulsión. La combinación más habitual es la de motor eléctrico con motor de combustión de gasolina o diésel (más la primera que la segunda). Usaremos el motor eléctrico para conseguir una conducción más eficiente y silenciosa, sobre todo en ciudad y para un uso cotidiano del día a día. Con el motor de combustión, en cambio, contamos con una mayor autonomía para desplazamientos fuera de la ciudad, viajes y largos trayectos en general.
Dentro de los híbridos, tenemos que distinguir los ordinarios (HEV) de los enchufables (PHEV), como el Nuevo Volvo V60 T8 Twin Engine, la versión PHEV del Nuevo Volvo V60 . La principal diferencia está en la posibilidad de cargar las baterías enchufándolo a la red eléctrica a través de un punto de carga, aunque existen otras como una mayor capacidad en las mismas y, por tanto, una mayor autonomía.
Como un eléctrico en ciudad, como un deportivo en carretera
El tema de la autonomía es importante porque la DGT cataloga como Cero Emisiones a los híbridos enchufables con al menos 40 kilómetros, entendiendo que esa distancia es suficiente para circular por la ciudad en modo eléctrico puro.
Es el caso del Nuevo Volvo V60 T8 Twin Engine, que cuenta con una autonomía homologada en ciclo WLTP de 56 kilómetros y recibe el distintivo ambiental Cero Emisiones, como si se tratase de un vehículo eléctrico. Con él podemos acceder a la zona de Madrid Central cuando se aplique la Ordenanza Municipal de Movilidad en febrero del año que viene; o a la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona en episodios de alta contaminación.
Completa el sistema híbrido un motor de gasolina sobrealimentado y turboalimentado de cuatro cilindros y tracción a las cuatro ruedas. Esto último permite que toda la potencia del motor vaya directamente a la carretera, que notaremos en un mejor agarre y aceleración. Combinando con los distintos modos de conducción, tendremos potencia y seguridad en carretera sin temor a la pérdida de autonomía.
Dos motores, más posibilidades
Lo mejor de los híbridos es poder combinar ambos motores, a través de modos automáticos o manuales que nos permiten un mayor control de los recursos. Ello confiere al vehículo una versatilidad muy útil para vehículos familiares, como el Nuevo Volvo V60 T8 Twin Engine.
En el modo Pure tenemos una conducción cien por cien eléctrica, con todo lo que ello conlleva: conducción suave, circulación silenciosa, cero emisiones. La tracción es trasera con una potencia de 87 CV, que con la transmisión Geartronic ofrece una aceleración suave pero potente desde el punto de parada. En este modo, Volvo nos asegura una autonomía de hasta 56 kilómetros homologados.
Por defecto tendremos el modo Hybrid, habitual en los híbridos convencionales. Es un modo más automatizado, en el que el motor eléctrico funciona como motriz principal pero da paso al de combustión cuando las circunstancias lo requieren: al subir una cuesta, al sobrepasar una determinada velocidad, etc. Conseguiremos así una conducción de gran eficiencia, con un consumo de 1,9 litros a los 100 kilómetros. Cabe citar que en el Nuevo Volvo V60 T8 contamos con la función Save o Guardar para más tarde, que permite funcionar solo con el motor de combustión y reservar toda la carga de las baterías. Una opción muy útil sí, estando por las afueras, queremos reservar la conducción eléctrica para el centro de la ciudad.
Por último tenemos el modo Power, con el que viviremos las experiencias más emocionantes a bordo del vehículo. Con esta opción combinamos el trabajo de ambos motores, que funcionan a la vez para conseguir una potencia total de 303 CV motor combustión + 87 CV motor eléctrico. Tendremos una salida rápida gracias al motor eléctrico, tracción a las cuatro ruedas gracias al de combustión, y una aceleración de 0 a 100 en 4.9 seg gracias a la acción combinada de los dos. Con ello conseguiremos una sensación más de berlina deportiva que de fiable y confortable familiar.
Cómo conducir un híbrido de forma eficiente
Conducir de una forma suave y sin volantazos, acelerar progresivamente y evitar los frenazos, son algunas de las pautas que debemos seguir para mejorar la autonomía de las baterías. Esta forma de conducción es también fundamental para sacar el máximo provecho de una de las funciones estrella de los vehículos con motor eléctrico. Se trata del famoso freno regenerativo, que permite cargar las baterías mientras circulamos, como por arte de magia. Si en vez de abusar del freno optamos por desacelerar de forma suave, como si usáramos el freno motor, el sistema absorberá la energía cinética generada y la transformará en energía eléctrica, que se almacenará en las baterías.
Si seguimos estas pautas, podemos conseguir de nuestro híbrido unas tasas de eficiencia máxima y un consumo mínimo. En el caso del Nuevo Volvo V60 T8 Twin Engine, los datos ofrecidos por el fabricante sueco están en los 1,9 litros a los 100 kilómetros y una autonomía en modo eléctrico de hasta 56 kilómetros homologados. La homologación se realiza con el nuevo ciclo WLPT, mucho más exigente y completo que el antiguo NECD.