La seguridad vial requiere un compromiso que alcanza a toda la sociedad y, de forma concreta, a la industria de la automoción. Llegados a estas alturas del siglo XXI, las cifras de siniestralidad parecen estancarse en nuestro continente. Así lo ha reconocido la Comisión Europea haciendo balance de las estadísticas de 2018. Los más de 25.000 fallecidos durante ese período demuestran que son necesarios más esfuerzos para seguir avanzando en el objetivo de erradicar la siniestralidad vial.
Fabricantes como Volvo lideran esa lucha haciendo valer décadas de trabajos en el ámbito de los sistemas de seguridad. Tal es su perseverancia que el fabricante sueco comparte ahora sus conocimientos tecnológicos a través de la denominada iniciativa E.V.A..
Las siglas de proyecto responden a Equal Vehicles for All, es decir, vehículos iguales para todos. El mismo título da entender la esencia del mismo. Combatir la siniestralidad implica democratizar esos conocimientos que ayudan a alcanzar mejores tecnologías, como los sistemas de asistencia a la conducción.
Sin embargo, la iniciativa E.V.A. va más allá. Y es que responde también al objetivo de integrar a toda la sociedad en la protección. Ejemplo de ello es la inclusión de la mujer en esa esfera, en la que Volvo fue pionero.
60 años de investigaciones al servicio de la seguridad
La iniciativa E.V.A. de Volvo suma más de 100 estudios de investigación que han sido la génesis de muchas de las innovaciones que han dado a Volvo su propia identidad.
Son los resultados de una base de datos que Volvo lleva elaborando desde 1970, recopilando y analizando la información relativa a la accidentalidad. Constituye los esfuerzos de varias generaciones de expertos por identificar los efectos de los accidentes diseccionándolos en función de criterios como las lesiones que se producen según el tipo de incidente.
En cifras totales, se han analizado más de 43.000 vehículos en accidentes reales en los que se vieron involucradas más de 72.000 personas desde 1970. Los investigadores han visto su labor facilitada gracias a que se ha aplicado desde el inicio una misma metodología de estudio. Esto, además, ha acelerado la consecución de mejoras concretas.
Compartir es, más que nunca, vivir
El proyecto hereda la política del fabricante en cuanto a la puesta a disposición de toda la industria de innovaciones fundamentales que han salvado millones de vidas. No en vano el cinturón de seguridad, tal y como lo conocemos hoy, es el mejor ejemplo de esto. En 1959 el ingeniero de Volvo Nils Bohlin daba en el clavo con la introducción, por primera vez en la historia, de un cinturón de seguridad con tres puntos de anclaje en el Volvo PV544.
El fabricante, lejos de beneficiarse para promocionar sus modelos, renunció a los derechos de la patente, lo que significó una reducción del número de víctimas mortales jamás vista en la historia y de la que nos seguimos beneficiando. Desde entonces se han conseguido salvar más de un millón de vidas gracias a su introducción en el mercado. 50 años después del nacimiento del cinturón tal y como lo conocemos hoy, Volvo insistía en la misma vocación liderando la introducción de los sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) a principios de la presente década con City Safety.
Esta tecnología pionera ha hecho posible que las tecnologías de prevención de colisiones y frenada automática sean una realidad para el mercado de la automoción. El sistema es capaz de detectar a otro vehículo, peatón, ciclista o animal de gran tamaño, lanzar un aviso al conductor y, en caso de ser necesario para evitar la colisión, activar la frenada. City Safety ha constituido el origen de otros tantos avances, mostrando el camino de la reducción de víctimas y de la conducción semi-autónoma.
La protección en carretera no entiende de género
Del mismo modo, la iniciativa E.V.A. también demuestra la capacidad de Volvo, no solo de compartir para salvar vidas, sino de incluir a todos independientemente de su sexo. Volvo realiza pruebas de colisión desde 1995 con dummies o maniquíes con constitución femenina.
Mientras que todos los fabricantes se han limitado desde hace décadas a realizar estos controles únicamente con dummies masculinos, Volvo encabezó un cambio que se ha mostrado fundamental para extender la seguridad a todas las fisiologías y romper las barreras de género.
Así fue como en el año 2001 el fabricante introdujo por primera vez los dummies de mujer embarazada. Desde entonces, han ido aumentando el número de modelos utilizados en crashtest para adaptar también las tecnologías de seguridad según los criterios de la anatomía femenina o infantil.
El sistema de Volvo de protección de latigazos verticales (WHIPS), por ejemplo, se encuentra especialmente dirigido a las mujeres, debido a la mayor probabilidad que tienen de sufrir este incidente. La patente de Volvo reforzó en 1998 el diseño del asiento y del reposacabezas para prevenir los latigazos, sea cual sea el sexo de quien lo sufra. En caso de alcance, el asiento pasa a ser un elemento esencial en la protección al deformarse de forma controlada y evitar la absorción de la energía del impacto.
Algo similar ocurre con los sistemas SIPS, que protegen de los impactos laterales y cuyo desarrollo ha tenido en cuenta las diferencias anatómicas de las mujeres en caso de colisión. En combinación con el airbag lateral, su eficacia logra reducir a la mitad la probabilidad de sufrir lesiones torácicas graves. Todas estas tecnologías son fruto de los estudios realizados y que ahora Volvo comparte a través de la iniciativa E.V.A.
El Volvo XC40 o la influencia de E.V.A. en la seguridad urbana
Los resultados en seguridad que Volvo ha obtenido durante décadas se plasman en el control que ofrecen sus vehículos. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en el Volvo XC40. Este todocamino que permite manejarnos de forma versátil en ciudad incluye la vocación por la seguridad de Volvo, con tecnologías salidas de los estudios compartidos en la iniciativa E.V.A..
Monta de serie el mencionado sistema City Safety o tecnologías como Pilot Assist. Esta última nos asiste para una conducción más suave ayudándonos a gestionar la velocidad y el control del vehículo en autovía o autopista. Mediante Pilot Assist, el Volvo XC40 mantiene por sí solo velocidad y distancia en relación al vehículo que nos precede, junto al posicionamiento en el carril.
La evolución de la tecnología de Volvo también se materializa con el sistema de atenuación de salidas de la calzada. Este permite, de ser preciso, que el propio vehículo intervenga en la dirección para salvar una salida de vía accidental.
El propio diseño interior de este SUV urbanita también ha recibido todo el potencial de protección que transmite Volvo a sus vehículos. Por ejemplo, la visibilidad se encuentra reforzada gracias a la posición de los asientos. Las distracciones son otro de los factores de riesgo que, por desgracia, van en aumento en los últimos años. En el Volvo XC40 se palia el efecto de las mismas con una pantalla central de gráficos más nítidos y más sensible al tacto, junto a un sistema de reconocimiento de voz más avanzado y sencillo de utilizar.
Todos estos sistemas serían impensables sin el trabajo que Volvo lleva décadas dedicándole a la seguridad vial. Los resultados públicos de la iniciativa E.V.A. son la mejor prueba de ello. Explican, además, las significativas diferencias en cuanto a protección que ostentan modelos como el Volvo XC40.